Nada de tragos largos y amargos, que estos nos impiden apreciar lo bello que surge en cada instante a nuestro alrededor. Tragos cortos y lentos, mejor, que estos nos hacen caminar como si nada, por encima de este asfalto negro en el que vivimos, cada vez más sucio, maloliente, y cada vez más pegado a la planta de nuestros pies.
En definitiva, despertar en cada uno de nuestros amaneceres particulares, dejando fluir por nuestras venas la alegría que nos trae el nuevo día. Y así, navegaremos por la vida como barquito velero mecido por la mar.
En definitiva, despertar en cada uno de nuestros amaneceres particulares, dejando fluir por nuestras venas la alegría que nos trae el nuevo día. Y así, navegaremos por la vida como barquito velero mecido por la mar.
Como yo sobrevuelo al ser de acuario que es un signo de aire, no se me pega la mugre, Guille, y además me baño a diario. Pero tienes muchísima razón: cada uno de nosotros construye su pequeño mundo.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Guille.
Myriam, quizás, como yo soy de tierra... ;)
EliminarBesibrazo Grande.
Cómo veleta al viento....dejando que la brisa nos marque el paso...disfrutando cada segundo, saboreando las bocanadas de aire que nos descuentan....el tic tic sigue su curso y nosotros con la cara al sol... nuestro astro rey...vivamos la vida, xurri....aún hay más......besitos
ResponderEliminarCómo veleta al viento....dejando que la brisa nos marque el paso...disfrutando cada segundo, saboreando las bocanadas de aire que nos descuentan....el tic tic sigue su curso y nosotros con la cara al sol... nuestro astro rey...vivamos la vida, xurri....aún hay más......besitos
ResponderEliminar