Si volviera a nacer
querría nacer artista.
Perdonad mi osadía,
pues Artista
se escribe con letra redondilla
y en mayúsculas.
Y naciendo artista,
me gustaría aprender
a serlo.
Pues ahora,
lo que soy,
es un burdo imitador
que garabatea palabrería y,
por músico,
cual chimpancé que arremete
y golpea todo aquello que se me ponga por delante,
o sopla o rasguea... o...
Eso sí, empeño, lo que se dice empeño...
le pongo, que se traduce en ruido, mucho ruido.
¡Artista! ¡Yo, Artista! De lo que fuera, fuese… o seriese: Músico, Poeta, Literato, Rapsoda,
Actor, Pintor, Fotógrafo, Bailarín, Bailaó... Saltimbanqui,
Payaso... ¡Payaso! ¡Qué bonito ser Payaso e ir repartiendo besos,
cariños, abrazos,
sonrisas... felicidad!
Cuánta falta hace hoy en día un payaso en cada esquina: << Te cambio un beso por un abrazo. Y si no te apetece, te doy el beso y el abrazo a cambio de nada... Anda, no te ves la cara? Quieres mi nariz colorada? Te regalo mis labios! Llevan incluida mi sonrisa. Mi sonrisa para ti, pero no para ti para siempre, sino a condición de que la compartas con los demás. Sí, también a ellos les hace falta. No, no tengo flores. Pero yo te enseño a crearlas con la mirada. No, tampoco tengo mariposas, pero si aleteas tus pestañas... ¡Mira!, ¿ves cómo vuela aquel beso perdido, desperdiciado que nunca se dió, y va a estrellarse contra aquel muro? Pues yo te digo, que ante el choque implacable del amor, cualquier muro cede y se derrumba..
Anda, ven, deja que te bese, aunque sea en la frente. Ven que te abrace, pero ten cuidado y no me pises mis grandes zapatones, y sintamos nuestro mutuo calor y, después, nos miramos muy, muy fijos a los ojos, a ver quien aguanta más sin reír. Y el que primero ría, ¡ese gana!; ya, ya sé que es al revés, pero es que, en mis juegos, todos ganan.
“¡Jueguen señoras y señores, hagan juego! ¡Siempre toca, siempre toca, si no un pito, una pelota!”...
Y claro, como siempre ganarías, de regalo te daríaaaaa... (redoble de tamborrrrrr): ¡Un paseo en mi monociclo! Sí, sí, sobre mis hombros al son de esa canción que tanto te gusta, acompasada por las palmas de aquellos que nos miren al pasar. ¿Vale?... ¡Hecho! >>
Anda, ven, riamos los dos, amemos los dos. Seamos Payasos, pero el payaso Tonto, ¿eh?... Seamos el Tonto, tonto de remate, que el Clown, aunque sea Artista y Payaso, me resulta demasiado sesudo. Ah, ¡y tendrías un Circo! Sí, sí, en cada plaza, en cada esquina, en cada rincón o lugar de la ciudad. Ya te lo he dicho, sí, que hace mucha falta. Y no habrían dos o tres sesiones, no, que habría una sola, las veinticuatros horas del día.
Si alguien se quiere apuntar a mi circo de Amor, no es necesario que contacte conmigo por e-mail o cosillas así. Simplemente algo más sencillo: que junte alma, corazón y mente, y lo desee con todas sus fuerzas. Sí, solo eso. ¿Has visto que fácil? ¡Y yastá! ¿Sueldo?: La sonrisa de un niño, la del Mundo. Es que no podría pagarte más. Es justo el salario, ¿no?. Pues eso.